Cementerio Municipal de Casa Branca
(Casa Branca – SP)
(Casa Branca – SP)
El origen de Casa Branca remonta al siglo XVIII. Es un municipio brasileño bastante recordado por un fenómeno llamado “voçoroca”, donde el terreno sufre inmensa erosión, formando cráteres en el suelo, dándole un aspecto de los conocidos Canyons. En 1728 ya había referencia, en la Revista do Instituto Histórico e Geográfico de São Paulo, al arraial de Casa Branca y en el sentido de Mogi-Guaçu ya aparecía el sitio de Casa Blanca. La experiencia con el núcleo colonial de azoreanos en el lugar comenzó en 1813. En 1814, fue ratificada la resolución de Nossa Senhora das Dores de Casa Branca, delimitando el terreno lejano legua y media de Cocais para construir la población para los colonos azorianos. El pueblo fue edificado con regularidad, las casas eran continuas y cubiertas de paja. En 1815, nuevas parejas llegaron al pueblo. El 25 de febrero de 1841, a través de la Ley Provincial nº 15, Casa Branca es elevada a la categoría de Villa y se elige, entonces, el primer ayuntamiento.
Los fundadores de la Villa fueron: Capitán Orias Gonçalves dos Santos, Antônio José Correia (Barón do Rio Pardo), Capitán Vicente Ferreira de Silos (Barón de Casa Branca), José Caetano de Lima (Barón de Mogi-Guaçu), Comendador Francisco Nogueira Carvalho. El 27 de marzo de 1872, ante la Ley Provincial nº 22, Casa Branca pasa a la categoría de ciudad. La primera prensa de la ciudad, “O Casa Branca”, fue fundada el 1 de junio de 1903. La estación original de la ciudad fue abierta en 1878, pero la línea principal Mogiana tuvo el primer trecho inaugurado en 1875, llegando hasta su punto final en 1886. El Cementerio Municipal fue construido en el siglo XIX, período de las epidemias que asolaron todo el estado de São Paulo.
El cementerio se encuentra en la Avenida José Beni. Presenta una topografía plana, formada por cuadras rectangulares que agrupan monumentos funerarios datados de los siglos XIX y XX. Algunos pinos y árboles se distribuyen aleatoriamente entre las manzanas.
En el Cementerio Municipal de Casa Branca están sepultadas muchas personalidades importantes que contribuyeron a la formación de la ciudad. Están sepultados allí: Antonio Pereira de Castro, que participó de la primera Cámara Municipal de São Simão; el Barón de Casa Branca y Vicente Ferreira de Sillos Pereira, que en dos ocasiones acogió al Emperador D. Pedro II en su casa y que es uno de los fundadores de la ciudad. Hay, como en todo cementerio secularizado, un gran porcentaje de personas anónimas, que de su manera fueron responsables por el desarrollo de la Casa Branca.
El cementerio contiene, en de su estructura urbanística, tumbas dotadas de buen valor artístico. Algunas, del siglo XIX, son de mármol de Carrara, con imágenes de ángeles y santos. Las del siglo XX adoptan modelos provenientes del estilo art déco hasta el arte moderno. Entre los sepulcros de porte simple, destacamos las cruces de hierro hundido de artesanía singular. El cementerio registra la memoria de aquellos que contribuyeron al crecimiento de la ciudad de la Casa Branca.
El cementerio es una institución cultural de la sociedad occidental. La preservación de su patrimonio es una de las formas de legitimarlo, así como a las actividades artísticas y culturas realizadas in loco.
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