Cemitério de Santa Isabel
Mucugê (Bahia – BA)
Mucugê (Bahia – BA)
Históricamente, la ciudad de Mucugê se destacó por ser el local donde se empezó el ciclo de diamante en la región central del estado da Bahia, en el inicio del siglo XIX. Las “Lavras diamantíferas”, según consta en la historia de la región, fueron descubiertas por el minero Cazuza do Prado, en 1844, cuando pasaba por el río Mucugê. La ciudad está instalada en la parte baja del terreno, siendo contornada por grandes sierras, grutas, abismos y ríos, alejándose 458 km de Salvador. Esta vasta extensión territorial pertenecía, anteriormente, al Sargento-Mor Francisco da Rocha Medrado, poderoso señor de tierras y de esclavos desde los tiempos provinciales. Sus descendientes aún tienen gran poder político y económico en la región. En 1822, los exploradores Spix y Martius ya citaban la Sierra do Sincorá, situada en los valles de los ríos Paraguaçu y Contas.
La región es hoy denominada de “polígono de las secas” y abarca los municipios de Andaraí, Barra da Estiva, Palmeiras, Piatã y Rio das Contas. Se trata de una topografía accidentada, que atraviesa la Cordillera de la Chapada Diamantina y la Sierra. El municipio de Mucugê fue fundado oficialmente en 17 de mayo de 1847. Con el tiempo, llegó a abrigar cerca de veinticinco mil personas oriundas de Minas Gerais; extranjeros de origen árabe, judaica y francesa; y de centenas de esclavos provenientes de África. La prosperidad vivida en la época hacía con que el Coronelismo local disfrutase del arte y de la moda europea, importando artículos de lujo como pianos, vestuarios, porcelanas, o sea, objetos que ostentaban la riqueza proveniente del diamante. Ese crecimiento urbano descontrolado causó también distintos problemas sociales, incluso la ocurrencia de la epidemia de Cólera Morbus. Fue en ese momento de gran mortalidad que surgió la necesidad de la instalación del Cementerio de Santa Isabel, en 1855, por la municipalidad.
El Cementerio de Santa Isabel, también conocido como Cementerio Bizantino por la población local, está ubicado a noroeste de la ciudad de Mucugê, en el pie de una de las elevaciones de la Sierra del Sincorá. El cementerio está dividido en dos partes: una parte con muros, situada sobre los terrenos de aluvión del valle, donde están las cuevas rasas, y otra constituida por un conjunto de mausoleos, implantado sobre las rocas de la sierra.
Los epitafios del cementerio son escasos y los más antiguos son de 1909. Se puede identificar túmulos de personas que mucho hicieron por Mucugê, como es el caso del Coronel Augusto Landolpho (✝1925), de Doña Gertrudes Maria Medrado (✝1909), de Anatalina Pina Medrado (✝1981), de Ailda Gomes Pina (✝1920), de Antonio Bansabath Filho (✝1945), de Clóvis Pina Medrado (✝2001).
El Cementerio de Santa Isabel de Mucugê posee una visualidad espacial atípica. En una primera mirada para la Sierra del Sincorá, se ve solamente sepulcros instalados sobre las piedras. Ellos son construidos de ladrillos revestidos de yeso y pintados de blanco, ornados con elementos arquitectónicos clásicos y medievales, designados por la población local como “bizantinos”. Los sepulcros están aliñados horizontalmente, numerados en secuencia, y están vueltos para la frente del cementerio, acompañando la topografía de la encosta de la sierra. Esos niveles están intercalados por zanjas llenas de la vegetación nativa de la región.
El cementerio es una institución cultural de la sociedad occidental. La preservación de su patrimonio es una de las formas de legitimarlo, así como a las actividades artísticas y culturas realizadas in loco.
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